martes, 27 de julio de 2010

Un momento de debilidad.

Todos tenemos uno, ¿no?
¿O el simple hecho de sentirse completamente vulnerable es solo para mí?
Sé que no es así, sé que todos pasamos por esto.
Me considero una persona altamente vulnerable, una persona que no le gusta estar rodeada de gente (por así decirlo) es el simple hecho de que le cogí el gusto a la soledad, a esa mala compañía.
Por supuesto cuando me encuentro frente a frente con la soledad, se me va todo ese gusto, porque lo admitan o no, nadie quiere estar solo, nadie quiere sentir que no vale nada en esta vida.
Yo, digamos, soy diferente. Detesto estar rodeada de un montón de gente, que tarde o temprano te miente y engaña. Aunque admito, que me alejo de todos, sean o no sean de mi conveniencia.
Se supone que cuando conoces a alguien, y todo va demasiado lejos y sientes ese miedo, tratas de convivirlo al máximo con esa persona hasta que terminas amándolo y siendo feliz.
Yo soy todo lo contrario, cuando siento ese miedo, esa especie de ''advertencia'' me alejo. He visto a personas que se ciegan por el amor y salir extremadamente dolidas, que ya no me quedan las ganas de intentarlo. No lo intentaré. Por eso, si, soy una persona vulnerable.

Cuando la soledad y la vulnerabilidad se mezclan con ese sentimiento de que todo esta perdido, te das cuenta, de que hagas lo que hagas y pienses lo que pienses, no vale la pena estar solo. Claro, no tenemos que estar rodeados de un mar de gente, es mas, con una gota del océano estaríamos más que satisfechos. Y lamentándolo mucho todo se resume a eso, al amor.
Todos amamos, incluso yo. Incluso una persona que es tan vulnerable que termina completamente perdida de su mejor, perdón, única compañía. La soledad.



Maf.

lunes, 26 de julio de 2010

Es más fácil con los demás.

Tengo una amiga cuyo nombre no diré, solo diré que hoy le di un consejo, la animé, la saqué del hueco, como por así decirlo y me sentí eficiente, especial, porque su respuesta a mi consejo me hizo seguir hablando y darle más consejos. Pero lo más importante que me hizo entender fue que todo eso que le dije, lo tengo que poner en práctica yo.

¿Por qué será tan difícil entender que algo está mal con uno mismo?
¿Por qué es tan difícil aconsejarse uno mismo?
¿Por qué no hacemos caso o ponemos en práctica nuestras propias palabras?
¿Será que los problemas de los demás llegan o se vuelven más importantes que los nuestros?
¿Será que es mera casualidad que cada problema, situación que otra persona tiene siempre uno la tuvo antes y por eso simplemente se comparten etapas de nuestro camino?
¿Será que siempre sabemos la respuesta, pero no sabemos cuando utilizarla?

No lo sé, pero por eso es muy difícil guardarse las cosas, los sentimientos, porque la mayoría del tiempo necesitas a otra persona que te aclare y te diga todo como es.

Muchas veces por no querer buscar a esa otra persona, jamás resolvemos los problemas, jamás nos desahogamos, jamás hablamos. La verdad es que es mil veces mejor ser abierta que ser una persona cerrada, pero eso no quiere decir que no se puede ser algo reservada.

Abril Masó.

lunes, 19 de julio de 2010

Viaje En Una Flor, por Esther María Osses.

Viaje En Una Flor

Gerardito y Amandita
van viajando en una flor.
Una abeja los despide,
los despide el ruiseñor.

Van viajando sobre el lago,
sobre el lago bajo el sol...

Me saludan con la mano.
¡Van viajando en una flor!

-Esther María Osses.



Gracias a TakaTaka (http://historiastakataka.blogspot.com) y su artículo que nos dio muy buena información respecto a Esther María Osses. Realmente su artículo fue divertido e interesante.

Abril Masó.

jueves, 15 de julio de 2010

Día dedicado al amor de mi vida y al siempre admirado Bécquer

Hoy realmente se podría decir que es un día especial para mí. Es un día en el que todo a mi alrededor esta lleno de amor, de todas esas empalagosas, pero bellísimas rimas, poemas, frases; especialmente de un fantástico escritor: Gustavo Adolfo Bécquer. He aquí algunas:


Gustavo Adolfo Becquer
RIMAS

XVII
Hoy la tierra y los cielos me sonríen;
hoy llega al fondo de mi alma el sol;
hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!


XXI
"¿Qué es poesía?", dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
"¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú."


XXIII
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso..., yo no sé
qué te diera por un beso!


XXX
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló de orgullo y enjugó su llanto,
y la frase de mis labios expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: "¿Por qué callé aquel día?,
y ella dirá: "¿Por qué no lloré yo?"


XXXVIII
Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer: cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?

XXXIX
¿A qué me lo decís? Lo sé: es mudable,
es altanera y vana y caprichosa;
antes que el sentimiento de su alma,
brotará el agua de la estéril roca.

Sé que en su corazón, nido de sierpes,
no hay una fibra que al amor responda;
que es una estatua inanimada pero...
¡Es tan hermosa!


AMOR ETERNO
Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.

¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón;
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.




Enamorada de mi amor y de la literatura en sí, me despido.


Abril Masó.

miércoles, 14 de julio de 2010

Lo Fatal.

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consiente.
Ser y no saber nada y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
y no saber adónde vamos,
ni de donde venimos...

-Rubén Darío.

Fatal, pero cierto.

Abril Masó.