viernes, 12 de febrero de 2010

Pablo Neruda. — De: Veinte poemas de amor y una canción desesperada.


Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

— De: Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

Pablo Neruda.

Me encanta este poema, y como muchos de Pablo Neruda este poema es tan personal, que te llega a alma de una manera tan extraordinaria, hasta crees sentir lo que siente el escritor. Pienso que un poema es la mejor manera de saber lo que piensa, siente y como es una persona.
Escribir es un arte como ya todos sabemos. Podríamos comparar el escribir con una fuente, al comenzar un escrito, historia no puedes parar hasta culminar lo que deseabas expresar, pues como la fuente que en ella corre el agua, una gota tras otra, así corren las palabras de un escritor, fluyen cálida y de manera espléndida.

Abril Masó.

No hay comentarios: